REUNION DE BILAXIUS

El Olivo de Nano35

Lo que, a continuación, me dispongo a proponer, no es idea mía, sino de nuestro común amigo Nano35. Algunos de los que me honráis entrando en este blog, recordáis, sin duda, aquellas reuniones que unos cuantos amigos celebrábamos en Buenverde en torno a una suculenta empanada que nuestra entrañable Xipla tenía a bien preparar y que nunca agradeceremos lo suficiente.
Nuestro buen amigo Nano35, desde su hogar en Sevilla, añora aquellas reuniones –a mí me sucede lo mismo- y me ruega que os proponga una reunión para el próximo verano. Evidentemente, para subir a Buenverde ha de ser en verano, pues aparte de que es la época en que los bilaxius de la diáspora, como las golondrinas de verano, regresamos al pueblo, climatológicamente hablando, es cuando los coches pueden subir, y hay que tener en cuenta que, a estas alturas de la vida de alguno de nosotros, tratar de subir andando sería una temeridad.

Creo, como Nano35, que a muchos nos agradaría volver a reunirnos –no tiene porque ser en torno a una empanada, eso sería lo de menos- para recordar tiempos pasados y, por qué no, para contarnos nuestras particulares batallitas.
Lamentablemente, La Cantina ya no existe, pero para poder encontrarnos –emulando a Hunphrey Bogart- siempre nos quedará La Campanona. Quizá no sea fácil fijar una fecha de antemano, máxime a tan largo plazo, pero considero que una reunión así, cuando se trata de personas que vivimos fuera de Villager, hay que proponerla con tiempo suficiente.

Agradecería conocer la opinión de cuantos estiméis oportuno exponerla, para ir viendo posibilidades; opinión que podéis expresar libremente en este blog. Para empezar, me permito exponer la mía: Creo que la fecha idónea podría ser en torno a mediados de agosto, y creo también, que algunos lectores de este blog que no participaron en las anteriores reuniones de Buenverde, si lo desearan, serían bien acogidos. La empanada, empanadas o lo que fuere, podríamos encargárselas al panadero.

Saludos cordiales,

Piorno

 

 

 

 

 

 

 

5 thoughts on “REUNION DE BILAXIUS

  1. Yo me apunto a un bombardeo…y Tsacon tambien.
    Que buena y grata idea. Tengo muy buenos recuerdos de esas reuniones y aunque ahora algunos no estarán con nosotros, no se me ocurre mejor homenaje.
    Nano, que ganas de verte y charlar.
    Guaja, lo mismo, recuerdo una cena donde la conversación y la compañía fue excelente.
    Xipla, Carlos, Lolo, Laura, Cesar, Guinea…y otros tantos más.
    Adelante con esta brillante convocatoria.

  2. NOMBRES EN EL RECUERDO

    De los nombres que figuraban grabados en el tronco de aquel viejo olivo, ya han empezado a desprenderse como las hojas en el otoño algún de ellos, no obstante dejemos donde está ya que también permanece firme en nuestro recuerdo.
    Estos son los nombres, y faltan otros, que en mágicos momentos compartieron los famosos nichos escabechados de nuestro inolvidable Luciano, en aquella añorada Cantina.
    Oscar, Rosa, Tsumiaco, Guaja, Campanona, Administrador, Nano 35, Piorno, Miguel Angel, Maria Teresa, Pipo, El Trochu, Piergola, Xipla.
    La vida amigos míos, no es lo que vivimos sino lo que recordamos y mis recuerdos de aquellos días con vosotros están muy presentes.
    Nuestro amigo Piorno, ha sugerido una fecha para un posible encuentro que yo en principio acepto. Querer es poder.
    Un abrazo desde Sevilla.
    Nano35

  3. Hola amigo Nano y todos los demás amigos, me gusta pensar que mi nombre está imperecedero en ese viejo olivo junto a los nombres de tantos amigos que siguen en el recuerdo, unos allá arriba, y otros siguiendo en el recuerdo aquí abajo. Dices que la vida no es lo que vivimos sino lo que recordamos, aunque muchas veces los recuerdos nos impidan vivir la vida que hubiésemos deseado…
    Hay un cuento de Jorge Bucay que me encanta, puede que ya lo conozcáis, y puede que yo ya lo haya comentado en otra ocasión. Se titula El Buscador. Y a propósito de lo que tú dices sobre que la vida no es lo que vivimos sino lo que recordamos, yo creo, como en este cuento, que la vida son solo los momentos alegres y felices, lo otro, lo otro es otra cosa.
    Por si os apetece leerlo, aquí lo dejo.

    EL BUSCADOR.
    Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador…Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra. Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe que es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quién su vida es una búsqueda. Un día el Buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.
    Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó a lo lejos Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y estaba sembrada de flores y árboles y multitud de pájaros que no cesaban de entonar preciosas melodías. La rodeaba una pequeña valla de madera con una sencilla portezuela que lo invitaba a entrar.
    De pronto sintió que olvidaba el pueblo, y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquel lugar. El Buscador, traspasó la puerta y empezó a caminar entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar por entre los árboles.Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras: Abdul Tareg, vivió ocho años, seis meses, dos semanas y tres días.
    Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era solamente una piedra: era una lápida.
    Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía: Yamir Kalib, vivió cinco años, ocho meses y tres semanas. El Buscador se sintió terriblemente conmocionado. Aquel hermoso lugar era un cementerio y cada piedra una tumba. Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: Un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto. Pero lo que le produjo un gran espanto, fue el comprobar que el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba los once años. Embargado por el dolor, se sentó y comenzó a llorar.
    El cuidador del cementerio, lo miró llorar durante un rato en silencio, y acercándose, le preguntó si lloraba por algún familiar.
    No, por ninguno, dijo el Buscador, pero ¿que pasa en este pueblo?, ¿que cosa tan terrible hay en esta ciudad?, ¿por qué hay tantos niños enterrados en este lugar? ¿que horrible maldición pesa sobre estas gentes que les ha obligado a construir un cementerio de niños?.
    El anciano, sonrió y dijo: Puede usted serenarse, no hay tal maldición; lo que ocurre es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré…Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros, que a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella:
    A la izquierda, que fue lo disfrutado.
    A la derecha, cuanto tiempo duró el gozo…
    Conoció a su novia y se enamoró de ella, ¿cuanto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿una semana, dos, tres semanas y media…?
    Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso… ¿Cuanto duró?, ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana?.
    ¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo?…
    ¿Y la boda de los amigos?,
    ¿Y el viaje más deseado?,
    ¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?.

    ¿Cuanto tiempo duró disfrutar de estas situaciones? ¿Horas?, ¿Días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento de felicidad…cada momento…

    Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba, porque ese es, para nosotros EL ÚNICO Y VERDADERO TIEMPO VIVIDO….

    A mí me ha hecho pensar.
    Besos cariñosos para todos, Guaja

  4. Buena razon para pensar. Pero tan real como nuestra propia vida.
    Como no hemos caido antes en ello?

  5. Yo también me apunto a la comida en Buenverde y si hay que hacer la empanada, ¡pues se hace! menudo placer volver a juntarnos y si no me había apuntado antes es porque hasta hoy no he podido (las nuevas ttecnologías no siempre funcionan bien). Besazos Xipla

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