¿QUO VADIS, VENEZUELA?

Hace pocas fechas, concretamente el 1 de Marzo de 2015, traía a este blog la triste noticia del asesinato de un chiquillo en la ciudad de San Cristóbal, en el estado venezolano de Táchira. Aún cuando conocía otras atrocidades cometidas en aquel país por las fuerzas estatales, quise creer que el asesinato de Kluiberth Fernei Roa Nunes -apenas un niño- solamente había sido un desgraciado incidente, obra de un policía desquiciado por la tensión que allí se vive, pero lamentablemente los hechos posteriores, que voy conociendo, me dicen que estaba muy equivocado.

El 3 de Junio de 2015 otro gravísimo acontecimiento –sin que ello signifique que no haya habido muchos otros desde entonces- me hacen pensar que Venezuela jamás volverá a ser un país libre y democrático en tanto el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela -partido de extrema izquierda-, fundado por Hugo Chávez Frías y ahora encabezado por Nicolás Maduro Moro, continuador del régimen bolivariano) no desaparezca del espectro político venezolano. El mencionado 3 de Junio un grupo de unos 15 hombres pertenecientes al PSUV –según el alcalde de la localidad-, armados con pistolas y cuchillos, asaltaron la alcaldía Mario Briceño Iragorry en el estado de Aragua. El asalto fue dirigido, presuntamente, por Javier Colina, presidente de la Cámara Municipal de esa institución y militante del PSUV. Durante el asalto resultó herida por arma de fuego la periodista Elena Santini, quien actualmente se encuentra hospitalizada en una clínica de la localidad de El Limón. El cámara Alejandro Ledo, después de recibir una terrible paliza fue arrojado a la calle desde la terraza del ayuntamiento, situado en un segundo piso. Actualmente está ingresado en el Centro Médico de Maracay y, según informa un reportero de La Patilla.com –quien le visitó en el mencionado centro médico- presenta un edema cerebral y politraumatismo en distintas partes del cuerpo. Tiene lesiones en la tráquea, lo que le impide hablar, y debe ser alimentado artificialmente. Su estado es estable dentro de la gravedad. Otros dos trabajadores también resultaron gravemente heridos por los golpes recibidos.

A todo esto, el gobernador del estado, Tareck El Aissami, siguiendo instrucciones de Diosdado Cabello, desmintió la noticia en la TV Nacional. Esa misma tarde el alcalde Delson Cuárate, del partido Voluntad Popular, a través de su cuenta Twitter@DelsonCuárate ofrecía con todo lujo de detalles lo sucedido en el Consistorio, responsabilizando sin ambages a tropas del PSUV. El negro Delson –apodo con el que allí se le conoce, por su color- conoce sobradamente los métodos de los esbirros de Maduro. Cuando motivado por su popularidad y gran aprecio por parte de los ciudadanos de Mario Briceño Iragorry, además de ser conocido como un destacado opositor al régimen bolivariano, tomó la decisión de presentar su candidatura a la mencionada alcaldía, ante el temor, por parte del PSUV, a que fuera elegido, los ataques a su familia no se hicieron esperar: uno de sus siete hermanos fue asesinado, presuntamente, por los matones del PSUV. Como a pesar de todo, el negro Delson siguiera en su empeño, una hermana fue brutalmente agredida; pero aún así, los esbirros de Maduro no consiguieron que renunciara a presentar la candidatura. Finalmente fue elegido alcalde por aplastante mayoría y, hay que reconocer que valor le sobra, pues en su cuenta de Twitter afirma que sólo conseguirán doblegarle matándole, lo que fácilmente puede suceder, pues el otrora conductor de autobuses, Nicolás Maduro, está dando sobradas muestras de que es capaz de lo peor para seguir sustentando un régimen de represión y torturas y asesinatos. Qué se puede esperar de un individuo que ha construido una cárcel, a la que llaman La Tumba, porque ha sido construida bajo tierra a 10 metros de profundidad; cárcel en la que encierra a sus opositores políticos. La última de Maduro –bueno la última puede haber sucedido mientras escribo estas líneas- es que ha quitado la pensión a 700.000 ancianos y les ha dicho que si quieren recuperarla deben afiliarse al PSUV.

Me duele lo que les está sucediendo a los venezolanos. Yo siento gran aprecio hacia ese pueblo, no puedo ni quiero negarlo, y lo siento no sólo por cómo a mí me han tratado; lo siento porque, en general, son buena gente y, en mi opinión, es el país más hispano de todo el continente americano y, además, porque fue un país de acogida de españoles en otros tiempos muy difíciles para nosotros –lástima que se haya convertido en refugio de etarras-. Me horroriza que la ambición desmedida de unos dictadores sin escrúpulos haya llevado a un gran país, el más próspero de Sur-América, en otros tiempos, a la miseria más desoladora. Me indigna que, en pleno siglo XXI, haya gobernantes que para dominar al pueblo sigan las consignas de Josef Estalin: “Si controlas la comida del pueblo, tu controlas el pueblo. Y van a estar agradecidos a lo poco que les demos”. Eso es lo que Maduro está haciendo con los venezolanos. En las grandes urbes, especialmente, las colas para llegar a un supermercado son interminables –6 ó 7 horas de espera- y, en la mayoría de los casos, cuando llegan se encuentran con que no hay nada que comprar. La deshumanización llega a extremos inconcebibles. La pasada, semana en una de las colas, falleció un hombre de 75 años y nadie dejó su puesto para ir en su ayuda. En las aldeas próximas a Colombia, como sucedía en España en la posguerra, el estraperlo campa por sus respetos. Las gentes, aún a riesgo de ser encarcelados o directamente asesinados, cruzan la frontera de Colombia para comprar víveres y venderlos, al precio que quieran, en Venezuela. En España, durante la posguerra, al menos teníamos la posibilidad de marcharnos al extranjero; de hecho, a la Venezuela de entonces, fueron muchos españoles los que emigraron en busca de una mejora económica y de libertad. Hoy, los venezolanos ni siquiera tienen esa posibilidad. Allí, como me comenta la incansable luchadora por la libertad Margarita Andérez: “La situación es cada día más crítica y los ánimos están cada día más mancillados. Muchos de los que antes luchaban ahora sólo piensan en cómo salir del País, cosa cada vez más difícil ya que no hay boletos de avión porque las aerolíneas han cancelado operaciones y las que quedan sólo venden boletos en US $”.

Es francamente terrible la tortura física y psicológica a la que Maduro está sometiendo a la población venezolana; naturalmente, a los que no son de su cuerda. Y lo más grave –por lo que a los españoles concierne- es que el régimen bolivariano ya ha germinado en España. La decepcionante actuación de los dos partidos mayoritarios, corrompidos hasta los más profundo, ha llevado a mucha gente, inconscientemente, a querer castigarles votando a Podemos, la marca blanca del PSUV de Maduro, sin darse cuenta de que no será solamente a esos dos partidos a quienes castiguen, sino a la población, en general, y a los más débiles, en particular. Por de pronto, Podemos, con la ayuda de Pedro Sánchez –quien ha contribuido a ello de forma concluyente-, ya se ha instalado en los ayuntamientos de las principales ciudades españolas. Podemos ha seguido al pie de la letra el sistema empleado en su día por Hugo Chávez en Venezuela; es decir, acudir a las elecciones municipales y autonómicas con otras marcas para hacer creer a las gentes, poco informadas, que no eran ellos los que concurrían. Los hechos demuestran que, así como a Hugo Chávez le fue muy bien esa estrategia –no en vano estaba asesorado por los dirigentes españoles de Podemos-, a estos también les salió la maniobra a pedir de boca. A este paso, y si muchos españoles no despiertan de este letargo –incluyo en primer lugar a Rajoy, a sus ministros, a Pedro Sánchez, a sus correligionarios, a esos medios de comunicación que por vender unos minutos de audiencia o un par de periódicos, no dudan en vender su alma al extremismo, sin detenerse a pensar que también ellos un día pueden ser un Alejandro Ledo cualquiera, y, en general, a todos los españoles de buena voluntad-, pronto Podemos se hará con el gobierno de la nación, consiguiendo su propósito: Convertir a España en otra Venezuela o, en el mejor de los casos, en otra Grecia. Y, cuando eso llegue y en España vuelvan a implantarse las cartillas del racionamiento –los mayores ya conocemos eso- y entremos en una espiral de miseria sin parangón, echaremos las manos a la cabeza y nos arrepentiremos de haber estado tan ciegos, pero lamentablemente, será demasiado tarde. Cuando eso suceda, que para nuestra desgracia, si no ocurre un milagro, sucederá, no culpemos al empedrado.

2 thoughts on “¿QUO VADIS, VENEZUELA?

  1. es una pena lo de los venezolanos pero si los amigos de Maduro llegan a gobernar en España que dios nos pille confesados. Lo triste es que Pedro Sanchez está demostrando que es tan radical como podemos, me pregunto que fue del pesoe de Felipe Gonzalez, Leguina y todos aquellos. Pedro Sanchez es todabia mas radical que Zapatero que fue el empezo a desfarrapar el partido. Como lleguen estos tios al gobierno, como dice Piorno vamos tener otra vez el racionamiento y el estraperlo.

  2. Hace mucho tiempo que sigo tus escritos (permite que te tutee). Te leía cuando escribías en el Mixto, también en villagerlaciana.com. He leído dos de tuslibros y en mí tienes a una verdadera admiradora. Soy nacida en Caboalles de Abajo, aunque resido en Astorga desde hace muchos años. Soy maestra, conseguí plaza aqui, me casé y aquí, en compañía de mi marido (un leonés de Jaén) creé mi familia. Los dos hemos trabajado y nos hemos sacrificado por nuestra familia. No somos ricos, pero digamos que pertenecemos a la clase media, tan denostada en España ultimamente. Como muchos españoles, estamos muy preocupados por la situación política que se nos viene encima. Pensar que podemos convertirnos en otra Grecia o en otra Venezuela me preocupa enormemente. Pienso en qué España vamos a dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos.
    Estoy totalmente de acuerdo con tus comentarios, en general y, respecto al PSOE, en particular. El tal Pedro Sánchez está visto que es una mala copia de Zapatero. Como tú bien dices, si un milagro no lo remedia, que Dios nos pille confesados.
    En mi última visita a Caboalles he preguntado a varios de mis parientes y conocidos por Piorno, pero, en concreto, nadie ha sabido decirme quién eres. Uno me dijo que creía que eras de Villager, pero eso fue todo.
    Quise escribir en tu blog a raiz de tu relato navideño, pero aunque lo intenté varias veces no pude. Mi madre murió en esa residencia y, recordándola, las lágrimas no me dejaron terminar. Espero que no dejes de contarnos tus bonitas y emotivas historias.

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